La artista japonesa Akie Nakata (conocida como Akie) convierte piedras al azar que encuentra en pinturas de animales encantadoras, coloridas y adorables.
Como artista autodidacta, Akie comenzó a pintar piedras en 2011 mientras caminaba por la orilla de un río. Se encontró con un guijarro en particular que parecía un conejo.
Ella encuentra que, “las piedras tienen sus propias intenciones, y considero mis encuentros con ellas como señales para seguir adelante y pintar lo que veo en ellas”.