Los árboles de mango, o Mangifera indica como se les llama más propiamente, proporcionan frutas tropicales deliciosas y nutritivas. La familia Anacardiaceae incluye este árbol del sur de Asia que es nativo de lugares como India y Myanmar. El mango se ha ganado legítimamente el título de “rey de las frutas” debido a su apariencia llamativa, aroma tentador y sabor delicioso.
El árbol de mango es un magnífico ejemplo, capaz de superar los 30 metros de altura. Tiene un fuerte ápice de verde sombrío, aleros de telaraña. Eso proporcionará un alivio bienvenido del sol caliente. El Árbol necesita temperaturas por encima del punto de congelación y una precipitación anual de alrededor de 1.250-3.750 milímetros para poder florecer.
La capacidad del árbol de mango para producir frutos es una de sus características más notables. Los árboles de mango, según la variedad, a menudo comienzan a producir frutos entre los tres y los seis años. La deliciosa cosecha de frutas del árbol dura décadas después de que comienza. La fruta en sí viene en una variedad de tamaños y colores, desde amarillos y naranjas brillantes hasta rojos y verdes apagados.
Los mangos son muy apreciados por su maravilloso sabor y textura agradable. Su pulpa suculenta tiene un perfil de sabor propio, y es a la vez dulce y picante. La fruta está repleta de nutrientes beneficiosos que incluyen vitamina C, vitamina A, potasio y fibra, lo que la convierte en algo más que un refrigerio sabroso. Es fácil ver por qué los mangos se consideran una “superfruta”.
El árbol de mango es apreciado por algo más que la deliciosa fruta que produce. La madera de estos árboles es muy apreciada por su resistencia y se utiliza a menudo en la fabricación de muebles e instrumentos musicales. Los tratamientos herbales tradicionales a veces incluyen hojas de té debido a sus propiedades medicinales.
El cultivo de árboles de mango es un proceso paciente y cuidadoso. Con el fin de preservar las cualidades deseables del árbol original para las generaciones futuras, a menudo se propaga mediante injertos o brotes. Mantener la salud y la productividad de un árbol de mango requiere un riego frecuente y una poda cuidadosa.
Los mangos no solo han ganado una gran popularidad, sino que también han jugado un papel importante en las tradiciones y culturas culinarias de países de todo el mundo. Los mangos se han abierto paso en una amplia variedad de platos, desde postres dulces y salados hasta jugos y batidos refrescantes.
En última instancia, el mango es una superfruta atesorada por su sabor, contenido nutricional y significado cultural, y el árbol de mango es una especie extraordinaria que nos lo otorga. Es un maravilloso tesoro de los trópicos debido a su tamaño imponente, abundante fruta y muchas aplicaciones. El árbol de mango y su fruto siguen despertando el interés de la gente en todo el mundo, ya sea que se consuman frescos o se incorporen a una amplia variedad de platos.