Esta historia fue compartida por el dueño del perro, quien incluso hizo un pequeño reportaje al respecto.
Según el hombre, el perro casi todas las mañanas le pide que lo acompañe al muelle, donde salta al agua y nada con su amigo.
Y lo más sorprendente es que el delfín también está esperando a su fiel amigo para retozar con él en el agua. Es como si estuvieran jugando a ponerse al día. El dueño del perro dice que incluso vio a un perro montado en la espalda del delfín…