Advertencia de fobia: si eres un ofidiofóbico que accidentalmente aterrizó aquí, querrás hacer clic ahora.
De hecho, ni siquiera tienes que tener miedo a las serpientes en general para asustarte un poco con el concepto de que una se lance por el aire, y de eso se trata este artículo.
Específicamente: Chrysopelea paradisi, la serpiente del árbol del paraíso, que se impulsa desde los árboles.
Poco se sabía acerca de cómo esas serpientes “vuelan” antes de que un equipo de científicos de Virginia Tech publicara un nuevo artículo de investigación el lunes.
El autor principal, Isaac Yeaton, le dijo a CNN que el equipo se propuso comprender cómo se deslizan las serpientes por el aire.
Todas las serpientes se ondulan cuando se mueven por el suelo, pero las serpientes voladoras también lo hacen en el aire, y los investigadores tenían curiosidad por saber por qué lo hacían.
“No es necesario ondularse estrictamente para caer, lo que lleva a la pregunta: ‘Bueno, entonces, ¿por qué ondulan?’”, dijo Yeaton.
Una hipótesis era que se trataba de un patrón motor base para las serpientes construido durante millones de años, pero Yeaton dijo que ahora entienden que la ondulación estabiliza el deslizamiento y evita que la serpiente caiga, además de permitirle cubrir una distancia más horizontal.
Los investigadores llevaron a cabo experimentos en interiores con serpientes vivas en Virginia Tech y también desarrollaron un modelo computacional. “Es un gran paso adelante”, dijo Yeaton.
La próxima etapa para los investigadores es observar serpientes deslizándose al aire libre, dijo Yeaton, así como investigar cómo generan sustentación y cómo giran en el aire.
Le dijo a CNN que las serpientes son “organismos que generan preguntas” y que hay muchos más misterios por resolver.
“Tan pronto como lo ves, dices, ‘¿Cómo hace eso?'”, Dijo Yeaton.
Reconoció que entiende por qué algunas personas prefieren no pensar en serpientes voladoras. “Tenemos una respuesta visceral a las serpientes”, dijo. “Entonces, la idea de que este animal pueda volar es muy inquietante para la gente”.
La investigación completa fue publicada en la revista Nature Physics.